Jueves 9 de agosto, Odisea hasta Manali
Son las 3am cuando consigo, porfin, llegar al hostel en el que me iba a alojar en Manali -llegar hasta aquí hasido una completa odisea.
Beso el suelo de mi habitación, me doy una ducha de agua caliente y me tumbo en el duro colchón de la cama que, en ese momento, a mí me parece que es comotumbarse en una nube.
Hace dos días que emprendía miviaje con una moto que me daba más disgustos que alegrías. Tras el incidente en la “autopista” (y pongo autopista entre comillas porque eso no se puede llamar autopista), fui a buscar un taller en el que me pudieran arreglar la moto.
-No pensaba volver a exponerme a una situación así.
Encontré un taller que no podía ayudarme con la moto y que me indicó como llegar a otro taller cercano.
Por suerte ese taller era el concesionario Royal Enfield de Chandigarth y allí encontré a gente que consiguió que recobrara la “fe” en los habitantes de esa región de la India.
Después de más de 1,5h desmontandomi moto, limpiando y ajustando el carburador, fijando piezas sueltas y cambiando manguitos a punto de morir, me sorprendieron gratamente al no querer cobrarme. Me dijeron que para ellos había sido un placer poder haber ayudado a un viajero en una situación difícil. ¡Ni si quiera me dejaron darles propina!
Me pidieron tomarnos una fotos juntos y me indicaron otro taller donde podía ir a cambiar el neumático, “no se te ocurra seguir hacía Manali así” -me dijeron.



Tras todos los percances de esedía, se me había hecho de noche en mitad de la lluvia monzónica de la India. Era imposible seguir por lo que, en el segundo taller, mientras me cambiaban larueda, pedí que me dejaran usar su ordenador para reservar un hotel en la zona paraesa noche. La tarjeta SIM India que había comprado, para utilizar el GPS y tener cobertura, supuestamente, en todo el país), había dejado de funcionar desde que salí de Delhi.
-Me la han vuelto a jugar.
Esa noche llegué al hotel hecho polvo y completamente empapado, conducir bajo el monzón no da tregua, y entonces me encontré una situación “curiosa”:
-Disculpe señor, @Booking.com,por error, ha puesto mal las fotos y las descripciones de las habitaciones.
Habían puesto en Booking fotos dehabitaciones “de lujo” y luego las habitaciones eran estilo “pensión Manolete”.
– ¿Otra vez …? Cabrones.
La mañana siguiente el día amaneció igual que había terminado, lloviendo a raudales.
Mi idea para ese día era conseguir llegar hasta Manali. El interior de la India no tenía nada interesante y cuanto antes lo cruce, mejor.
Eran las 7am y el GPS marcaba unas 9h de camino.
-Bien, será duro, pero vale la pena apretar hoy y ahorrar un día.
El día fue “intenso”, no e sagradable conducir tantas horas bajo lluvia intensa y menos entre carreteras indias. Nada más salir, note que algo fallaba en la moto, al cambiar la rueda trasera me habían doblado una de las pastillas de freno y la moto apenasfrenaba de atrás…
Primer susto: estando parado en un semáforo un coche me da un golpe en el portaequipaje de la moto que casi me tira. El tío, lejos de disculparse, se ríe y sigue como si nada.
Me siento un poco desconcertado.Para los que no hayáis estado en la India, la conducción allí es una total locura. En dos carriles físicos, te encuentras 4 hileras de coches que van sin orden en una dirección y otra. Cientos de motos que van cruzándose entre las diversas hileras de coches, también sin ningún orden. Entre medias, montones de tuc-tuc que van como locos esquivando y empujando todo lo que se encuentran en medio. Finalmente, vacas y gente caminando por todas partes, rozando el atropello constantemente.
Pienso que existe un orden dentro de ese caos y que la gente “sabe lo que hace”.
-Ingenuo de mi…
Sobre el medio día encuentro un taller donde consiguen arreglarme el freno trasero. Aprovecho para comer algo. Voy un poco retrasado en horario a causa de la lluvia, pero todavía tengo tiempo de sobra para llegar mucho antes de que se haga de noche.
Por suerte había descargado los mapas en el GPS antes de que la SIM dejara de funcionar, no tengo todos los servicios, pero al menos puedo ver un puntito sobre el mapa que me indica donde estoy.
Empiezo a llegar a zona de montañas, el paisaje va cambiando poco a poco y empieza a adoptar un aspecto selvático. Entro al primer puerto de montaña. La conducción allí se vuelve todavía más peligrosa, por una estrecha carretera mal-asfaltada y sin guardarraíles se cruzan coches, camiones y autobuses adelantándose por todas partes; incluso en las curvas sin visibilidad.


Tras un par de sustos, decido no ir en cabeza y dejar que sea un coche con ritmo rápido quien vaya delante, por prudencia.
-Creo que si alguna vez he hecho un buen razonamiento ha sido ese.
Curva cerrada, lluvia intensa, camión que de repente aparece de frente adelantando a otro camión sin dejarespacio alguno para esconderse, coche de delante que no consigue frenar a tiempo y se estampa contra camión… por suerte yo si consigo frenar y esquivar al coche y al camión.
Siguiente puerto de montaña, Manali ya está al otro lado. «Voy mal de tiempo, llegaré justo, pero llegaré antes de que anochezca».
– Pobre ignorante…
Este puerto de montaña está bastante menos transitado, a esas horas ya se van viendo menos coches, sin embargo, la carretera está en peores condiciones. A mitad de la subida, me encuentro la carretera cortada con una máquina excavadora en medio, quitando rocas. Ha habido un desprendimiento y no se puede pasar hasta que despejen la carretera. Toca esperar un buen rato.
-Bueno, por lo menos no llueve.

Una hora después han despejado la carretera y puedo pasar. Voy con mucho retraso, se está empezando a hacer de noche y además empieza a llover de nuevo.
-Toca acelerar a tope…
Al inicio disfruto, curvas de puerto de montaña, carretera de tierra ligeramente mojada que permite derrapar un poco manteniendo la tracción, pocos vehículos y gas a tope.
Poco después ya no disfruto tanto, está oscureciendo demasiado, cuesta ver y esquivar los agujeros del suelo, lluvia monzónica de nuevo, la moto empieza a patinar constantemente, estoy completamente empapado y tengo frío.
“Lo que vino después fue uno de los momentos más desesperantes de mi vida. Pensaba que no lo iba a conseguir. Tenía ganas de llorar. Eso no iba a servir de nada. Tocaba seguir”.
Completa oscuridad en medio del puerto de montaña. Agua, agua y más agua. No consigo ver más que el estrecho haz de luz de 2m que ilumina mi moto. No hay nadie allí. La carretera se ha convertido en una mezcla de rio/barrizal por la que apenas puedo controlar la moto. Voy a5km/h y la moto me va de lado a lado. Me clavo en los agujeros del asfalto. Estoy a punto de caer, me apoyo en el suelo y el barro cubre mis pies. No distingo ni donde está el borde del acantilado. Estoy temblando de frio.
Desesperación, miedo, pensamientos de “no lo voy a conseguir”.
-No puedes pararte allí, tampoco puedes volver atrás. Aprieta los dientes y sigue, no pienses, solo sigue.
Horas despues, eran las 3am y lo había conseguido, estaba en Manali.
-Nota mental, nunca dejes que te vuelva a coger la noche por sorpresa…